Por ser la más suave de todas las arcillas, la arcilla de caolín es adecuada para tipos de piel sensibles. Alivia la piel que se irrita fácilmente, así como la piel propensa a erupciones cutáneas, brotes y enrojecimiento. La naturaleza exfoliante de la arcilla de caolín ayuda a eliminar las células muertas y la piel escamosa, manteniendo la piel suave y lisa. Tiene un efecto desintoxicante, sacando de los poros las impurezas como la suciedad, la contaminación y los gérmenes.

El carbón activado se une a la suciedad y otras partículas y ayuda a sacarlas de los poros, para que la piel luzca más suave y radiante.

Está repleto de ácidos grasos ricos, vitaminas y antioxidantes para ayudar a combatir los radicales libres que causan daños. Además, las moléculas de aceite de coco son de tamaño pequeño, lo que ayuda a la absorción para obtener aún más beneficios de acondicionamiento e hidratación.

Se utiliza en la piel y el cabello por sus cualidades relajantes, antisépticas y calmantes. También es anti-bacteriano y desodorizante. Funciona bien en todos los tipos de piel y es eficaz en el tratamiento de la piel grasa, así como del acné, la dermatitis, el ecsema y la psoriasis. A la lavanda se le atribuye con ser anti-inflamatoria, antiséptica, anti-bacteriana, calmante, cicatrizante, tonificante y estimulante.

El aceite de girasol es comprimido de las semillas de girasol. El aceite de girasol es rico en vitamina E, que actúa como un anti-oxidante en el cuerpo, y está específicamente relacionado con la mejora de la salud de la piel y la regeneración de las células. Esto significa que la piel está mejor protegida contra los daños del sol, así como la degradación natural de la edad que ocurre cuando los radicales libres están presentes en el cuerpo.

Las flores secas de manzanilla tienen numerosas implicaciones para la salud generalizadas gracias a su alto nivel de anti-oxidantes como terpenoides y flavonoides que combaten las enfermedades. La manzanilla se usa como anti-inflamatorio y para algunos trastornos de la piel. Se sabe que ayuda a calmar y nutrir la piel.

Es un agente acondicionador de la piel y puede ayudar a reducir la inflamación y la picazón. También es una excelente fuente de vitamina E, que ayuda a proteger la resequedad, la descamación y el agrietamiento de la piel.

Se ha demostrado que el extracto de esta flor reduce la picazón, el enrojecimiento, la sensibilidad, la sequedad y la hinchazón. Se ha descubierto que la caléndula tiene la capacidad de promover el crecimiento de nuevos tejidos sanos, aumentar la producción de colágeno, que reafirma y fortalece la piel, hidrata la piel seca y acelera el proceso de reparación de la piel.

Se utiliza en la medicina tradicional como un tratamiento de la piel por su efecto emoliente hidratante. El aloe vera (o sábila) puede ayudar a cerrar los poros y se recomienda para el estiramiento de la piel, el brillo de la piel, el acné y la piel seca. Se dice que aumenta la producción de colágeno y mejora la textura de la piel.

La granada se ha utilizado durante miles de años para tratar una amplia variedad de enfermedades y se encuentra en escritos griegos, hebreos, budistas, islámicos y cristianos. La granada contiene una variedad de componentes que pueden tener efectos antioxidantes y antiinflamatorios. La granada se considera un superalimento por su actividad antioxidante. Contiene elagitaninos, galotaninos, ácido elágico, flavonoides como antocianina y epicatequina y ácido fenólico.

Los nutrientes del romero pueden ayudar a proteger a las células de la piel del daño causado por el sol y los radicales libres. Dado que el romero posee propiedades antisépticas naturales, es un desinfectante superior para la piel y el cabello. De hecho, este aceite esencial se conoce por su habilidad de promover un cuero cabelludo sano e hidratado y revertir el encanecimiento prematuro.

Las manzanas son bien conocidas por sus beneficios para la salud. Los flavonoides en la manzana pueden jugar un papel importante en la prevención de muchos tipos de cáncer y también pueden reducir el riesgo de enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular.

La cola de caballo es una hierba astringente y un agente acondicionador de la piel.

El aceite de oliva es rico en vitaminas A y E, y como antioxidante ayuda a prevenir el daño a las células de la piel. El aceite de oliva contiene ácido linoleico, un ácido graso que lo ayuda a humectar, penetrando profundamente en la piel sin obstruir los poros. Esto lo hace un gran hidratador para todo tipo de pieles, incluso pieles sensibles y mixtas que pueden ser propensas a los poros obstruidos. Las hojas de olivo contienen varios flavonoides beneficiosos, que incluyen quercetina, rutina y kaempferol. El aceite de oliva es un maravilloso limpiador de aceite para la piel. También ayuda a disminuir el acné al eliminar las bacterias que causan el acné.

Debido a su alto contenido de flavonoides, rooibos es un poderoso ingrediente anti-envejecimiento para fórmulas de cuidado de la piel. Dado que gran parte del envejecimiento de la piel es causado por factores ambientales estresantes, las habilidades del rooibos ayudan a proteger la piel y mantener una apariencia más juvenil. Rooibos también es útil para la piel sensible. Rooibos es una fuente de vitamina D y zinc, y se ha demostrado que es de naturaleza protectora.

Los compuestos activos en el extracto de té blanco son capaces de fortalecer el sistema inmune de la piel al evitar el daño debido al estrés de oxidación. El extracto de té blanco también puede retrasar el proceso de envejecimiento debido a su alta concentración de antioxidantes y su capacidad para proteger la piel de la oxidación.

La investigación ha establecido que la aplicación tópica de hojas de té verde o extractos tiene muchos beneficios para la piel, incluyendo las propiedades anti-envejecimiento. Los polifenoles en el té verde poseen propiedades antioxidantes y suavizantes de la piel potentes, y muestran una promesa significativa para mejorar la apariencia de la piel dañada por el sol.