El clavo contiene minerales, fibra y vitaminas, y tiene propiedades antivirales, antiinflamatorias y expectorantes. También es un antioxidante, que protege a las células del estrés oxidativo al someter los efectos de los radicales libres, evitando así que las células mueran. Los antioxidantes ayudan al sistema inmunológico a mantenerse fuerte para que pueda combatir los virus. Estos efectos terapéuticos trabajan juntos para ayudar a fortalecer el sistema inmunológico. Las propiedades antivirales, antiinflamatorias y expectorantes del clavo ayudan al sistema inmunológico a combatir los agentes infecciosos que pueden haber ingresado al cuerpo. Estas propiedades también ayudan al cuerpo a regular la gripe y otros síntomas.

La hierba zumaque está hecha de frutos rojos que se muelen hasta obtener un polvo rojo o granate. El zumaque es una de las especias antiinflamatorias más poderosas que existen, con un valor ORAC muy alto. Esto significa que el zumaque tiene una alta capacidad antioxidante. Los antioxidantes ayudan a neutralizar los radicales libres, que pueden causar cáncer, enfermedades cardíacas o signos de envejecimiento.

Rica en antioxidantes, la canela es un estimulante inmunológico y exhibe efectos antiinflamatorios, antioxidantes y antimicrobianos beneficiosos para la salud inmunológica. Se ha estudiado para su uso en el tratamiento de problemas de azúcar en sangre y ha mostrado una actividad que aborda diversos trastornos neurológicos. Muchos de estos beneficios están estrechamente relacionados con el apoyo de la canela al sistema inmunológico.

Amla en uno de los alimentos antioxidantes más poderosos del planeta y se considera un inmunoestimulante, que mejora la inmunidad general y apoya la respuesta inmune inespecífica. La naturaleza estabilizadora y protectora de Amla se usa para ayudar a prevenir y tratar el daño asociado con los trastornos del tejido conectivo, la exposición a los radicales libres y las afecciones autoinmunes. Amla proporciona los nutrientes que, según la investigación científica, apoyan las funciones celulares de todo el sistema inmunológico. Pruebas científicas recientes han demostrado que amla también contiene un amplio espectro de vitaminas y minerales, incluidos calcio, fósforo, hierro, caroteno y complejo vitamínico B combinado con un espectro extremadamente amplio de polifenoles antioxidantes que incluyen ácidos gálico, ácido elágico y quercetina, por nombrar solo sólo algunos.

El grano de sorgo contiene hierro y proteínas de calidad, que ayudan a fortalecer el sistema inmunológico y la capacidad de transporte de oxígeno en la sangre. Las investigaciones han demostrado que algunas variedades de sorgo tienen beneficios antiinflamatorios e inmunológicos para la salud. Además, la investigación preliminar ha demostrado que tipos específicos de grano de sorgo son ricos en antioxidantes, más incluso que los arándanos, lo que puede ayudar a reducir el riesgo de cáncer, enfermedades cardíacas, diabetes y algunas enfermedades neurológicas.

Contiene carvacrol, su componente más importante, responsable de muchos de sus beneficios para la salud. El carvacrol tiene poderosas propiedades antimicrobianas y se ha demostrado que ayuda a atravesar las membranas celulares externas que ayudan a proteger las bacterias del sistema inmunológico. El orégano también contiene timol, un antimicótico natural que apoya el sistema inmunológico y protege contra las toxinas. Los estudios han encontrado que el orégano contiene de 3 a 30 veces los niveles de antioxidantes de otras hierbas estudiadas.

Contiene curcumina, que tiene propiedades similares a las de los prebióticos que le permiten realizar cambios en la microbiota intestinal y respaldar la conexión entre el sistema inmunológico y el intestino. Los estudios han encontrado que la suplementación con curcumina reduce los niveles sanguíneos de varias proteínas de fase aguda, lo que sugiere que la curcumina ayuda a normalizar ciertas partes del sistema inmunológico que tienden a volverse hiperactivas.

La vitamina D3 juega un papel esencial en la capacidad del cuerpo para fortalecer el sistema inmunológico, desarrollar huesos más fuertes y mejorar la función muscular. La mayoría de las fuentes de vitamina D3 provienen de fuentes animales, pero la nuestra proviene de la fuente natural de líquenes, mejor para la absorción y utilización por parte del cuerpo. La deficiencia de vitamina D3 se asocia con una mayor susceptibilidad a las infecciones.

La vitamina K ayuda a una mejor absorción de la vitamina D3, ayudando a llevar calcio a los huesos y fuera de los tejidos blandos como el corazón, las articulaciones y los riñones. El cuerpo necesita vitamina K para producir protrombina, una proteína y factor de coagulación que es importante en la coagulación de la sangre (cicatrización de heridas) y el metabolismo óseo. Varios estudios han sugerido que la vitamina K apoya el mantenimiento de huesos fuertes, mejora la densidad ósea y disminuye el riesgo de fracturas. La vitamina K también se asocia con funciones cognitivas mejoradas de los adultos, como la memoria.

El zinc se considera un mineral esencial, lo que significa que es un nutriente vital pero el cuerpo no puede producirlo. Por eso es importante suministrarlo al cuerpo. El zinc está presente en todas las células y es necesario para funciones clave en el cuerpo, incluida la función inmunológica, la cicatrización de heridas, la señalización celular y el crecimiento y desarrollo. Los estudios han demostrado que el zinc puede reducir la duración del resfriado común y reducir el riesgo de neumonía. El zinc también puede estimular la actividad de las células T, que son parte de la línea de defensa del cuerpo contra las infecciones. El zinc reduce el estrés oxidativo y la inflamación crónica.